Públicos diferentes


¡¿Qué cobrásss?!, ¡¡a ese lo tiene que echar!!, ¡¡¡burro, mirá el gol que se come!!! ,y algún insulto.

Son algunas de las tantas cosas que se escuchan en una cancha de fútbol, en cualquier categoría del fútbol argentino. La obligación de ganar, los DT`s duran tres partidos si no sacan buenos resultados (si no ganan), el entrenador pierde su trabajo.
En fin... el fútbol y el tenis tienen cosas en común, pros y contras, como todo en la vida. Pero lo más llamativo, es el estilo de público que va a ver cada uno de estos deportes.
¿Se imaginan que el número 60 de la ATP saliera insultado por haber perdido contra Rafael Nadal en la segunda ronda de Wimbledon?, lo dudo mucho.
Son dos deportes distintos, pero los jugadores salen a la cancha a ganar todos los partidos se juegue donde se juegue, no lo hacen por la plata, sino por el placer de ganar y de salir campeones.
Lamentablemente, en el caso del fútbol, hay siempre 40 o 50 idiotas que sólo van a la cancha a hacer desmanes y son los que, en algunos casos perjudican el espectáculo y hacen que el grupo familiar deje de asistir a los estadios para ver a su equipo favorito.
Por suerte, en el tenis no pasa lo mismo, el público que asiste es mucho más respetuoso y tranquilo, respetuoso de los verdaderos protagonistas: los tenistas y saben ser un partener de lujo en cada encuentro y en cualquier parte del mundo.
En el único certamen en el que el relajado clima que hay en el tenis (salvo en los puntos definitorios de un encuentro, o durante un partido sumamente disputado) es en la Copa Davis
-sobre todo el público argentino-, se transforma en el estadio Monumental y alienta sin parar a los representantes argentinos, con banderas, cornetas y todo tipo de cotillón. Eso es bueno, ya que los jugadores se sienten alentados por su gente en cualquier lugar donde le toque jugar al equipo nacional.
Sin duda hay varias diferencias entre el deporte más popular en este país y el tenis. Pero no vendría mal que los futboleros (y me incluyo) aprendan a darse cuenta que es sólo un juego y que se puede ganar y perder. No le cambia la vida a un hincha si su equipo sale campeón o desciende de categoría. La vida sigue después de cada fin de semana.


Fotos Gentileza: www.ticespor.com y www.riverplate.com

Hugo Franco

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